Llegaste tú en el preciso momento, como una brisa fresca cuando hay un calor tremendo.Removiste los escombros en los que me estaba escondiendo y encontraste la salida del laberinto de mis sueños. Escondida me encotraba casi muriendo y tu sin saberlo me reviviste de nuevo. Ya me habia entregado al desconsuelo, pero mis pasos van por que a mi lado te siento, se que el suelo que piso es irregular y nuevo, que no tengo un rumbo fijo ni perfecto, pero con tu compañia, aunque no es mía, se lo que siento y a lo que me enfrento.
Criaturas diferentes encontrare y enfrentare sin remedio para defender esto que no es propio, pero es lo que siento. Me enfrentare a batallas hasta con mis propios sentimientos, por que esto es diferente y nuev, algo no experimentado y jamás trazado, lo cual me asusta y a la ves me libera por que es una nueva aventura que disfrutaremos, por que tú sin sin proponértelo mi instinto liberaste y ahora tepertenezco, pero no por completo, aunque solo un pedazo de ti yo poseo no me molesto por que en el camino indefinible nos encontraremos uno al otro explorando todo lo propio, pero eso pasara con el andar de nuestros pies y mucha curiosidad, para poder liberar los mostruos dormidos de nustras limitaciones y miedo, y si estas dispuesto conmigo recorrer cada rincón y escondite que existe para que no queda nada guardado solo lo nuestro. Y si algún día podemos gritar nuestros sentimentos en los siete mares y a los cuatro vientos todo fuera perfecto, pero eso es solo una ilusión por la cual ahora no nos preocupemos, lo que digo es que disfrutemos solo del momento, y dejemos lo inesperado para luego.
Carmen M. Acosta
22 de junio 2003
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