Siento que la vida se me resbala por los dedos
Siento como mi alma se va de mí, como que ya no
pertenezco a este mundo y todo ya esta dicho.
Ya no siento el dolor de perderte, ni la alegría de verte,
ya estoy flotando en otro nivel
ya no te pertenezco ni a ti ni a nadie pues ya no existo
ya me aleje de la verdad, de la mentira y los gritos.
Ya me aleje de la soledad y de la amistad.
Siento que ya se acabo todo, pero lo que no siento es la tristeza de la perdida.
No siento la ansiedad de la espera, ya no siento las cosquillitas de tus suspiros.
Ya el agradeciemiento, el rencor, el odio y el amor
que contenia en mi cuerpo se han esfumado.
Siento que me alejo cada vez mas, ya no me da verguenza ni miedo.
Ya soy yo la que tiene el control de mis sufrimientos, soy yo quien tiene el pode, ya me acerco otra vez a mi vida nueva.
Pues tú me renaciste con tus besos, me iluminaste con tus gestos y me tomaste de las manos para llevarme de nuevo a la luz de la alegría.
Ya no me siento sola ni perdida, ya no necesitó una muralla, ni barreras
invisibles e irrompibles para protegerme, oues ya las he atravesado con la
fuerza que me dan tus palabras.
Me siento tranquila con tu compañía, me siento llena, bella y correspondida.
Llenas mis expectativas, sobrepasas mis sueños y te apoderas de mi vida.
Carmen M. Acosta
16 de Marzo 2004
Siento como mi alma se va de mí, como que ya no
pertenezco a este mundo y todo ya esta dicho.
Ya no siento el dolor de perderte, ni la alegría de verte,
ya estoy flotando en otro nivel
ya no te pertenezco ni a ti ni a nadie pues ya no existo
ya me aleje de la verdad, de la mentira y los gritos.
Ya me aleje de la soledad y de la amistad.
Siento que ya se acabo todo, pero lo que no siento es la tristeza de la perdida.
No siento la ansiedad de la espera, ya no siento las cosquillitas de tus suspiros.
Ya el agradeciemiento, el rencor, el odio y el amor
que contenia en mi cuerpo se han esfumado.
Siento que me alejo cada vez mas, ya no me da verguenza ni miedo.
Ya soy yo la que tiene el control de mis sufrimientos, soy yo quien tiene el pode, ya me acerco otra vez a mi vida nueva.
Pues tú me renaciste con tus besos, me iluminaste con tus gestos y me tomaste de las manos para llevarme de nuevo a la luz de la alegría.
Ya no me siento sola ni perdida, ya no necesitó una muralla, ni barreras
invisibles e irrompibles para protegerme, oues ya las he atravesado con la
fuerza que me dan tus palabras.
Me siento tranquila con tu compañía, me siento llena, bella y correspondida.
Llenas mis expectativas, sobrepasas mis sueños y te apoderas de mi vida.
Carmen M. Acosta
16 de Marzo 2004
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