Y ahora regresas [… con el rabo entre los cuernos…] arrepentido de tu desprecio, Sabia que volverías el [… día en que ella te hiciera trizas…], pero hoy ya no soy la misma, como dices he cambiado, para bien o para mal ya te he olvidado. Solo te has encontrado y a mi lado pretendes regresar, como si nada ha pasado, pero en mí ya no existe el amor que un día te pertenecía, se borro con la agonía de tu partida. Solo te puedo ofrecer una amistad sincera, pues ni siquiera rencor en mi queda. Espero que mi rechazo no te haga daño y que aceptes mi decisión.
Carmen M. Acosta
19 de diciembre 2006
Carmen M. Acosta
19 de diciembre 2006
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